Viernes, 19 de abril de 2024
 
Lectio Divina con el "Libro de los Reyes"
 
Materiales de espiritualidad
 

Lectura del Texto

17:1 Entonces Elías tesbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive el Señor, Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra.
17:2 Y vino a él palabra del Señor, diciendo: 
17:3 Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán. 
17:4 Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer. 
17:5 Y él fue e hizo conforme a la palabra del Señor; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán. 
17:6 Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo.
17:7 Pasados algunos días, se secó el arroyo, porque no había llovido sobre la tierra.  (1R 17,1-7)
 
(Ayuda para la comprensión del Texto: El nombre de Elías significa “Yahvé es mi Dios” y resume toda la vida del profeta. La fe en Yahvé había tocado fondo. El contacto con la religión cananea había tuvo consecuencias muy negativas para la fe en Yahvé y el advenimiento de la monarquía empeoró la situación, sobre todo en el reinado de Ajab-Jezabel. No sólo construyó un santuario a Baal en la capital, sino que llevó una política abiertamente favorable a Baal, al tiempo que combatió duramente el culto a Yahvé, matando a sus profetas.
La sequía es común al clima de Israel, pero aquí tiene color simbólico: es el disgusto de Dios por la ofensiva antiyahvista que se vive, planeada y estimulada por el monarca).
 
Meditatio: ¿Qué me dice a mí el texto? ¿Vivimos en un momento parecido a este?
¿Hay fuerzas externas que favorecen la ausencia de fe en Dios? ¿Percibo el disgusto de Dios en este momento? ¿En qué? ¿Me siento llamado a denunciar la situación y a ponerme al servicio de Dios para arreglarla?
 
Oratio: Dialogo con Dios sobre lo que he visto y comprendido en la Meditatio. Oración de acción de gracias, de alabanza, de petición de luz y fuerza, de confianza, etc.
 
Contemplatio: En silencio, interiorizar todo lo vivido rodeándolo de cariño y empatía abarcando el misterio de Dios correspondiente a lo contemplado con el corazón.
 
 

Y todo esto debe desembocar en el Compromiso.

 

 
 

 

Lectio Divina del 1 Libro de los Reyes

 

 
Lectura y comprensión del Texto

Pero, al cabo de un tiempo, el torrente se secó porque no había llovido en la región. 8 Entonces la palabra del Señor llegó a Elías en estos términos: 9 “Ve a Sarepta, que pertenece a Sidón, y establécete allí; ahí yo he ordenado a una viuda que te provea de alimento”.
10 Él partió y se fue a Sarepta. Al llegar a la entrada de la ciudad, vio a una viuda que estaba juntando leña. La llamó y le dijo: “Por favor, tráeme en un jarro un poco de agua para beber”. 11 Mientras ella lo iba a buscar, la llamó y le dijo: “Tráeme también en la mano un pedazo de pan”. 12 Pero ella respondió: “¡Por la vida del Señor, tu Dios! No tengo pan cocido, sino sólo un puñado de harina en el tarro y un poco de aceite en el frasco. Apenas recoja un manojo de leña, entraré a preparar un pan para mí y para mi hijo; lo comeremos, y luego moriremos”. 13 Elías le dijo: “No temas. Ve a hacer lo que has dicho, pero antes prepárame con eso una pequeña galleta y tráemela; para ti y para tu hijo lo harás después. 14 Porque así habla el Señor, el Dios de Israel:
El tarro de harina no se agotará ni el frasco de aceite se vaciará, hasta el día en que el Señor haga llover sobre la superficie del suelo”.
15 Ella se fue e hizo lo que le había dicho Elías, y comieron ella, él y su hijo, durante un tiempo. 16 El tarro de harina no se agotó ni se vació el frasco de aceite, conforme a la palabra que había pronunciado el Señor por medio de Elías. (1 R 17, 7-16)

 

 
(Ayuda para la comprensión del texto) La multiplicación de la harina y del aceite hecha por Elías en nombre de Yahvé es una denuncia contra Baal, que era el dios de la lluvia y, por lo tanto, de la fertilidad y de las buenas cosechas. Así, Elías da la batalla a Baal en su propio terreno. Además, la viuda de Sarepta simboliza la gentilidad llamada a la fe. A pesar de las apariencias en contra, Elías pone su confianza en la Palabra del Señor. Y la viuda también)
 
Meditatio: ¿Qué me dice el texto? ¿Cómo sufren los pobres la falta de fe de la sociedad? ¿Pierdo la fe en la Providencia ante las desgracias de los inocentes? ¿Me implico como creyente o como simple espectador? ¿Ante esas situaciones, mi fe actúa o simplemente da consejos?
 
Oratio: Respondo a Dios sobre lo que he visto y meditado con base en el texto. Le pido fe atrevida y arriesgada, confianza, entusiasmo ante las dificultades, etc.
 
Contemplatio: ¿Cómo cambia el texto mi mirada sobre la vida? Experimentar el gozo que da el que la Palabra de Dios sea el único punto de referencia de mi vida. Adquirir una nueva manera de ver, observar y analizar la vida. Mirar al mundo con los ojos de Dios.
 
 

 
 

Lectura y comprensión del texto: (1 Re 18,17-24)

 

 
 

18,17 Cuando Ajab vio a Elías le dijo: ¿Eres tú, azote de Israel? 18,18 El respondió: No soy yo el azote de Israel, sino tú y la casa de tu padre, por haber abandonado a Yahvé y haber seguido a los Baales. 18,19 Pero ahora, envía a reunir junto a mí a todo Israel en el monte Carmelo, y a los 450 profetas de Baal que comen a la mesa de Jezabel. 18,20 Ajab envió a todos los israelitas y reunió a los profetas en el monte Carmelo. 18,21 Elías se acercó a todo el pueblo y dijo: ¿Hasta cuándo vais a estar cojeando con los dos pies? Si Yahvé es Dios, seguidle; si Baal, seguid a éste. Pero el pueblo no le respondió nada. 18,22 Dijo Elías al pueblo: He quedado yo solo como profeta de Yahvé, mientras que los profetas de Baal son 450. 18,23 Que se nos den dos novillos; que elijan un novillo para ellos, que los despedacen y lo pongan sobre la leña, pero que no pongan fuego. Yo prepararé el otro novillo y lo pondré sobre la leña, pero no pondré fuego. 18,24 Invocaréis el nombre de vuestro dios; yo invocaré el nombre de Yahvé. Y el dios que responda por el fuego, ése es Dios. Todo el pueblo respondió: ¡Está bien!

 

 
(Ayuda para la comprensión del texto. El Carmelo era un monte sagrado, pero que Jezabel había roto el altar al Señor y había puesto otro  Baal. Aquí Elías lanza un reto al pueblo: “¿Hasta cuándo estaréis jugando a dos barajas?”, se encara con la realidad y urge al pueblo a posicionarse o al lado del Señor o al de Baal.)
 
Meditatio: ¿Qué me dice el texto? ¿Me interpela en relación a los poderosos, al pueblo, a los que engañan al pueblo? ¿Me veo en minoría o solo ante los que siguen otros dioses? ¿Soy capaz de descubrir las idolatrías del pueblo?
 
Oratio: Hablar con Dios a partir del texto y de lo que he visto en el texto.
 
Contemplatio: Buscar la voluntad de Dios sobre mí en relación a la dimensión profética de mi vida. Meterse en el corazón de Dios para sentir su “dolor” ante la adoración y esclavitud de los hombres, “apoyados en muletas”.
 

 

Lectura y comprensión del Texto

 

18,25 Elías dijo a los profetas de Baal: Elegíos un novillo y comenzad vosotros primero, pues sois más numerosos. Invocad el nombre de vuestro dios, pero no pongáis fuego.
 

18,26 Tomaron el novillo que les dieron, lo prepararon e invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: ¡Baal, respóndenos! Pero no hubo voz ni respuesta. Danzaban cojeando junto al altar que habían hecho. 18,27 Llegado el mediodía, Elías se burlaba de ellos y decía: ¡Gritad más alto, porque es un dios; tendrá algún negocio, le habrá ocurrido algo, estará en camino; tal vez esté dormido y se despertará! 18,28 Gritaron más alto, sajándose, según su costumbre, con cuchillos y lancetas hasta chorrear la sangre sobre ellos. 18,29 Cuando pasó el mediodía, se pusieron en trance hasta la hora de hacer la ofrenda, pero no hubo voz, ni quien escuchara ni quien respondiera. 18,30 Entonces Elías dijo a todo el pueblo: Acercaos a mí. Todo el pueblo se acercó a él. Reparó el altar de Yahvé que había sido demolido. 18,31 Tomó Elías doce piedras según el número de las tribus de los hijos de Jacob, al que fue dirigida la palabra de Yahvé diciendo: Israel será tu nombre. 18,32 Erigió con las piedras un altar al nombre de Yahvé, e hizo alrededor del altar una zanja que contenía como unas dos arrobas de sembrado. 18,33 Dispuso leña, despedazó el novillo y lo puso sobre la leña. 18,34 Después dijo: Llenad de agua cuatro tinajas y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña. Lo hicieron así. Dijo: Repetid y repitieron. Dijo: Hacedlo por tercera vez. Y por tercera vez lo hicieron. 18,35 El agua corrió alrededor del altar, y hasta la zanja se llenó de agua. 18,36 A la hora en que se presenta la ofrenda, se acercó el profeta Elías y dijo: Yahvé, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, que se sepa hoy que tú eres Dios en Israel y que yo soy tu servidor y que por orden tuya he ejecutado todas estas cosas. 18,37 Respóndeme, Yahvé, respóndeme, y que todo este pueblo sepa que tú, Yahvé, eres Dios que conviertes sus corazones. 18,38 Cayó el fuego de Yahvé que devoró el holocausto y la leña, y lamió el agua de las zanjas. 18,39 Todo el pueblo lo vio y cayeron sobre su rostro y dijeron: ¡Yahvé es Dios, Yahvé es Dios!

 

 
Meditatio: ¿Qué me dice el texto? ¿Tengo audacia para posicionarme en defensa de la fe pura aun a costa del ridículo que pueda pensar mi postura?
 
Oratio: Dialogo con Dios sobre lo que me ha hablado a través del texto.
 
Contemplatio: ¿Busco con todo el corazón a Dios en el tiempo presente? ¿Busco su actuación en los fracasos y en los escándalos de su Iglesia?
 
 

Lectura y comprensión del Texto: ¿Qué dice el texto? I Reyes 19

 


19,1 Ajab refirió a Jezabel cuanto había hecho Elías y cómo había pasado a cuchillo a todos los profetas.
19,2 Envió Jezabel un mensajero a Elías diciendo: Que los dioses me hagan esto y me añaden esto otro si mañana a estas horas no he puesto tu alma igual que el alma de uno de ellos.
19,3 El tuvo miedo, se levantó y se fue para salvar su vida. Llegó a Bersebá de Judá y dejó allí a su criado.
19,4 El caminó por el desierto una jornada de camino, y fue a sentarse bajo una retama. Se deseó la muerte y dijo: ¡Basta ya, Yahvé! ¡Toma mi vida, porque no soy mejor que mis padres!
19,5 Se acostó y se durmió bajo una retama, pero un ángel le tocó y le dijo: Levántate y come.
19,6 Miró y vio a su cabecera una torta cocida sobre piedras calientes y un jarro de agua. Comió y bebió y se volvió a acostar.
19,7 Volvió segunda vez el ángel de Yahvé, le tocó y le dijo: Levántate y come, porque el camino es demasiado largo para ti.
19,8 Se levantó, comió y bebió, y con la fuerza de aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte de Dios, el Horeb.
 
(Ayuda para la comprensión del texto. Elías piensa que es la ira de la reina lo que le hace huir, pero en realidad es la fuerza de Dios que lo atrae. Su huida es una peregrinación hacia el encuentro con Dios. La marcha de Elías a través de ciudades y del desierto simboliza la existencia humana que pasa por un serie de altibajos: miedo, hastío, hambre, desesperación, culpabilidad y, al final, fortalecido con el alimento y la bebida, camina ilusionado y decidido hasta el monte donde Dios se le va a mostrar.)
 
Meditatio: “Rumiar” el texto, una y otra vez, para ver qué me dice a mí, a mi vida. Qué me pide Dios en este momento.
¿Cuáles son mis miedos, mis temores? ¿Siento que me amenazan los “poderosos” si hablo claro y alto? ¿Qué es lo que me da fuerzas para seguir el camino a pesar de todo?
 
Oratio: Dialogo con Dios sobre lo que me ha dicho a partir del texto, de su Palabra.

Contemplatio: Me lleno de la seguridad de que Dios está conmigo y va delante de mí a enfrentar las dificultades de la evangelización en medio de un mundo hostil a Dios y a todos los que hablan en su nombre.
 
 

 

Lectio Divina con el 1 Libro de los Reyes (c.19)

 

 

Lectura y comprensión del Texto

 

 
09 Allí (en el monte Horeb) Elías se dirigió hacia la caverna y pasó la noche en ese lugar. He aquí que le fue dirigida la palabra de Dios: «¿Elías, qué haces aquí?»
 
 
 
 
 
 
 
 
10 Respondió: «Ardo de indignación por Yahvé Sabaot, porque los hijos de Israel te han abandonado. Han derribado tus altares, dado muerte a cuchillo a tus profetas; sólo he quedado yo y tratan de matarme».
 
 
 
 
 
 
 
 
11 Yahvé le respondió: «Sal fuera y quédate en el monte delante de Yahvé». Y Yahvé pasa. Un viento fuerte y violento pasa delante de Yahvé, hiende los montes y parte las rocas, pero Yahvé no está en el viento. Después del viento viene un terremoto, pero Yahvé no está en el terremoto.
 
 
 
 
 
 
 
 
12 Después del terremoto, un fuego, pero Yahvé no está en el fuego. Después del fuego, se sintió el murmullo de una suave brisa.
 
 
 
 
 
 
 
 
13 Cuando Elías la oyó, se cubrió el rostro con el manto, salió y se mantuvo a la entrada de la caverna. Entonces se oyó una voz: «¿Elías, qué haces aquí?»
 
 
 
 
 
 
 
 
14 Respondió: «Ardo de indignación por Yahvé Sabaot, porque los hijos de Israel te han abandonado. Han derribado tus altares, dado muerte a cuchillo a tus profetas; sólo he quedado yo y tratan de matarme».
 
(Ayuda para la comprensión del texto. La pregunta del Señor invita a Elías a tomar conciencia de su actividad y a desahogarse confiadamente ante el Señor. Huracán, terremoto y fuego son elementos ordinarios de la teofanía – cf. Salmo 49,3- En ellos se percibe una fuerza que trasforma y consume lo más fuerte. Pero Elías, el fogoso e impetuoso descubre la presencia del Señor en una brisa tenue. Para ello, ha tenido que salir de la cueva de sus seguridades.)
 
Meditatio: ¿Qué me dice el texto? ¿Dónde encuentro a Dios, en el ruido fuerte, en el espectáculo religioso y la organización multitudinaria, o en lo sencillo y pobre? ¿Busco medios evangelizadores ricos, como procesiones, grandes concentraciones, etc. descuidando los medios pobres, como la oración, la interioridad, etc. ¿Creo que depende de mí el prestigio de Dios o creo que todo el proceso depende de él.
 
Oratio: Llevar todo ello a la oración. Bien sea de petición de perdón, bien de acción de gracias, bien de alabanza, bien de aceptación de su voluntad en todo lo que se ha descubierto en el proceso de la Lectio.
 
Contemplatio: Contemplar en silencio la acción de Dios en tu vida, intuyendo con el corazón por dónde te lleva; cuál es su pedagogía, su manera de actuar; cómo él tiene la solución perfecta a todo.


 

Lectio Divina del 1 Libro de los Reyes (19, 15-21)

15 Yahvé le dijo: «Vuélvete por el mismo camino y anda hasta el desierto de Damasco. Cuando hayas llegado allá consagrarás como rey de Aram a Jazael,
 
 
 
 
 
 
 
 
16 consagrarás a Jehú, hijo de Nimsi, como rey de Israel, y consagrarás a Eliseo, hijo de Safat, de Abel-Mejolá, como profeta en vez de ti.
 
 
 
 
 
 
 
 
17 Al que escape a la espada de Jazael, lo hará morir Jehú. Al que escape a la espada de Jehú, lo hará morir Eliseo.
 
 
 
 
 
 
 
 
18 Pero dejaré con vida a siete mil hombres en Israel, que son todos aquellos cuyas rodillas no se doblaron delante de Baal y cuya boca no le dio un beso».
 
 
 
 
 
 
 
 
19 Partió de allí Elías y encontró a Eliseo, hijo de Safat, quien estaba arando con doce yuntas de bueyes en fila, él con la última. Elías se le acercó y le tiró encima su manto.
 
 
 
 
 
 
 
 
20 Inmediatamente, dejando sus bueyes, Eliseo corrió tras Elías y le dijo: “Déjame decir adiós a mis padres, luego vuelvo y te sigo”. Elías le dijo: “Vete, pero vuelve. ¿Quién te lo impide?
21 Eliseo dio la vuelta, agarró la yunta de bueyes y los ofreció en sacrificio; aprovechó los aperos para cocer la carne y convidó a su gente. Luego se levantó, marchó tras Elías y se puso a su servicio.
 
(Ayuda para la comprensión del texto: Elías debe desandar el camino del miedo, pues Dios es el dueño de las historia. Como otro Moisés debe volver a donde a fracasado y empezar de nuevo guiado totalmente por Dios. Como en la pesca milagrosa.
El gesto de Eliseo de ir a despedirse de sus padres contrasta con la exigencia tajante del evangelio, porque estas exigencias de Jesús eran más urgentes y más radicales.)
 
Meditatio: ¿Cómo me interpela este texto? ¿Dónde me he sentido fracasado, pero que Dios me está pidiendo que vuelva? ¿Pongo totalmente en sus manos los detalles de mi trabajo evangelizador? ¿Le dejo que lleve el timón? ¿Soy consciente de que el proyecto es suyo y los medios para realizarlo también?
 
Oratio: Me pongo a los pies del Señor y dialogo con él sobre lo que he meditado.
 
Contemplatio: ¿Qué debo hacer y cómo lo debo hacer? ¿Por dónde me lleva el servir a Dios? Que la Contemplación desemboque en hacer la voluntad de Dios.