Tratando de avanzar en el cumplimiento de las decisiones del Proyecto de Vida y Misión de la Provincia, en concreto nos referimos a la número 57 que pide “convocar un encuentro de formación y organización para los EPAV”, nos hemos reunido los laicos que integran los Equipos de Animación y Promoción Vocacional de Maracaibo y de Tamare-Tía Juana, junto a los orientadores vocacionales, Fr. Iván Merino y Fr. Santiago Blasi, un servidor, promotor vocacional de la Vicaría, y también Fr. Jhoan Caldera, promotor vocacional de la Vicaría de la Provincia de San José, y la hna. Ofir, religiosa misionera agustina recoleta.

La jornada transcurrió en las instalaciones del Colegio Santa Rita de Cascia de las hermanas MAR en Maracaibo. Comenzábamos el encuentro con una oración cuyo texto bíblico mostraba a Juan el bautista como animador vocacional, enviado a señalar al Cordero de Dios, a Jesucristo, inspiración y modelo de todo discipulado y vocación en la Iglesia. 

Un segundo momento de la mañana estuvo dedicado a un tema formativo: La animación vocacional y la figura del animador vocacional. Luego de un receso con café incluido, nos tomamos un tiempo para conocer algo más y ahondar en las claves pedagógicas del IVAR (Itinerario Vocacional Agustino Recoleto), sobre todo, acercándonos más al contenido y las orientaciones de cada una de sus fases: arar, sembrar y cultivar.

Después del almuerzo y un recreo merecido, pasamos a trabajar en conjunto en base a dos preguntas: ¿Qué hemos hecho hasta el momento cómo equipo? ¿Qué querríamos hacer en el futuro próximo? Estas preguntas permitieron hacer una suerte de evaluación de la marcha de los Equipos y sirvieron de acicate para pensar en nuevas propuestas de trabajo. Por otra parte, se presentó un material formativo titulado La mies es mucha. Dicho material está aún en fase de elaboración, con todo se entregó a los equipos una serie de temas que servirán de estudio para el futuro inmediato.

Finalmente, nos dirigimos a la Iglesia Inmaculada Concepción, filial de la Parroquia Santísima Trinidad, para compartir la Eucaristía con la comunidad que pastorea Fray Iván y que, no por casualidad, comenzaba sus fiestas en honor a la Inmaculada Concepción de María. La alegría zuliana, es decir, del pueblo que hace vida en el Estado Zulia, se hizo sentir con el canto de gaitas que honraron a la siempre Virgen María. Que ella, madre y modelo de vocaciones en la Iglesia, inspire nuestro actuar creyente en el mundo.