El imponente paisaje del Monasterio de San Millán de la Cogolla, patrimonio de la humanidad y de la Orden, fue el encargado de dar un marco inmejorable para este primer encuentro de priores de las comunidades de España. Después del pasado capítulo provincial y el traslado de la curia a Río de Janeiro, España vive la nueva realidad de ser una vicaría provincial. La más numerosa, esto también genera una serie de desafíos y expectativas a la hora de afrontar los trabajos.

En esta oportunidad no solo fueron los priores los que se han reunido, sino que también los vice priores y el consejo de la vicaría junto con el vicario provincial, Fr. Carlos María Domínguez. 

Fueron días intensos e cuanto a reuniones se trata. En ellas se fueron delineando los diferentes desafíos que desde los secretariados se están planteando, en consonancia con el Proyecto de Vida y Misión que nos dejó el capítulo pasado. También hubo muchos temas técnicos que son necesarios a la hora de llevar adelante la vida de las comunidades.

Uno de los temas más conversados fue aquel de la protección del menor, en el cual esta vicaría fue pionera. Sin dudas es un tema que nos preocupa a todos y en el cual vamos a poner todas las fuerzas para llevarlo adelante, propiciando una cultura del buen trato y de la prevención. 

Como todos este tipo de encuentros, lo mejor ha sido la convivencia y el compartir fraterno, signo de esperanza, vocación y entrega. Ahora queda poner todos los dones al servicio de los hermano para poder vivir aquellos que deseamos, que el Reino se extienda y sea motivo de alegría y salvación.